sábado, 24 de noviembre de 2012

Spencer Kagan


<<Dos mujeres están en la orilla de un río, de corriente rápida, que se está llevando a un hombre que lucha por mantenerse a flote y acercarse a ellas. Ambas mujeres saltan al agua y rescatan al hombre. Mientras las valientes rescatadoras atienden a la víctima, la corriente lleva hacia ellas un segundo hombre, también desesperado y gritando auxilio. De nuevo, las mujeres se meten en el agua al rescate. Mientras sacan a la segunda víctima, divisan a un tercer hombre agitando los brazos. Una mujer se mete en el agua para salvar a la última víctima. Se da la vuelta y ve a la otra mujer yendo corriente arriba. "¿Por qué no me ayudas?", grita. "Estoy ayudando", responde la otra mujer. "Estoy yendo a ver quien los está tirando al agua.">>


Desde mi punto de vista, este relato nos hace razonar sobre cuál es la mejor solución para abordar un problema.


Instintivamente nos lanzamos a socorrer a los que necesitan ayuda y eso es algo admirable y que siempre se debe hacer pero no será suficiente para evitar la aparición de más víctimas. Por lo tanto, cuando aparece un problema es conveniente que se busque la causa para poder solucionarlo de raíz y evitar las consecuencias.


Aplicado al terreno de la enseñanza, en el cuál los conflictos están a la orden del día, la idea que nos muestra el relato es muy provechosa para aplicarla en la resolución de los problemas que puedan surgir.

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